La Federación Cántabra de Baloncesto (FCB) y los clubes base de Cantabria solicitan al Consejero de Sanidad la práctica deportiva en espacios cerrados
El CDE Cantbasket 04 Santander, junto con la Federación Cántabra de Baloncesto (FCB) y los clubes de base EEMM Baloncesto de Astillero, EEMM Baloncesto de Medio Cudeyo, Club Baloncesto Laredo, CB Némesis Santander, CBT Torrelavega, CD Calasanz Santander, AD Amide Camargo, EEMM Baloncesto de Medio Cudeyo, Basket Eloy Villanueva, EEMM Baloncesto de Piélagos, CDE La Paz de Torrelavega, EEMM Baloncesto Torrelavega y Club Baloncesto Castrobasket, han solicitado al consejero de Sanidad del Gobierno de Cantabria, D. Miguel Javier Rodríguez Gómez, que se dicte una nueva resolución en la que se apruebe una nueva redacción del Artículo 46.2 (Resolución de fecha 11 de enero de 2021) por la que se permita la práctica deportiva en espacios cerrados, y particularmente a los menores de 18 años, siempre que respeten los protocolos adoptados y las medidas acordadas junto con la Consejería de Sanidad a este respecto.
La FCB, junto con los clubes de base de Cantabria, transmiten su máxima preocupación por la situación actual ocasionada por el COVID-19, con los daños y perjuicios provocados después de estar más de 400 días sin que nuestros jóvenes deportistas, además de los ocasionados a los entrenadores, Escuelas Deportivas y Clubes.
Tal y como se manifiesta en el escrito presentado, los niños y jóvenes cántabros que quieran hacer deporte en espacios cerrados -aun cuando dichos espacios al ser polideportivos en su mayor parte reúnen condiciones de concentración de aerosoles y de circulación de aire adecuadas- siguen siendo injustamente discriminados y viendo mermados sus derechos fundamentales a la Salud y a la actividad deportiva como instrumento para el desarrollo social y emocional adecuado.
Además, desde que se inició el año deportivo en agosto y hasta el día de presentar este escrito, el número de brotes o contagios dentro de los entrenamientos y competiciones organizadas por las Federación Cántabra de Baloncesto ha sido cero “0”. Entrenar y jugar en cualquier pabellón polideportivo habilitado, que cumple las medidas higiénico-sanitarias y bajo la supervisión de los entrenadores o monitores es seguro.
Se ha esgrimido el derecho a la salud de la población en general, es decir que se toma dicha medida para evitar la propagación del virus del COVID-19, sin tener en cuenta ni ponderar, los graves daños a la salud física y mental que esta medida provoca en niños y adolescentes.
Y todo esto, sin además tener en consideración el duro golpe que supone para el deporte de Cantabria y las personas con él relacionadas, el tener que soportar prácticamente un año de cierre, sin que haya además una razón objetiva alguna que lo sustente y que justifique que tengan que ser tratados de forma diferente los que realizan esta actividad económica, con respecto a los que realizan actividades culturales como danza, teatro, canto, música o ajedrez, lo cual va contra lo prevenido en el art. 14 de la Constitución Española y concluye además con una herida mortal al deporte Cántabro base que lo llevará a desaparecer.
La actividad física es esencial para el mantenimiento y mejora de la salud y la prevención de las enfermedades, para todas las personas y a cualquier edad, pero en especial para niños y adolescentes. La actividad física contribuye a la prolongación de la vida y a mejorar su calidad, a través de beneficios fisiológicos, psicológicos y sociales, que han sido avalados por investigaciones científicas.
Resulta lógico suponer también que unos elevados niveles de participación en deportes y actividades físicas pueden estar asociados a niveles inferiores de delincuencia juvenil (por ejemplo, participación en bandas, consumo de drogas, etc.).
La Federación Cántabra de Baloncesto (FCB), junto con los clubes de base de Cantabria, suplican al consejero de Sanidad del Gobierno de Cantabria, D. Miguel Javier Rodríguez Gómez, que proceda a estimar las alegaciones del escrito, y que se permita la práctica deportiva en espacios cerrados y particularmente a los menores de 18 años.